¡¡Era enormemente grande!! ¿Por dónde había entrado semejante bicharraco? Ese hijo de satán estaba mirándome desafiante desde el techo. Yo le miraba a él y él me miraba a mi. Movía sus antenas, era lo único que movía pero aún así a mi me tenía aterrorizada. Yo era incapaz de acercarme a mi destino así que decidí emitir el sonido que de tantas me ha salvado: "¡¡¡Mamáááááá!!! Hay una cucaracha gigantesca!!"
Allá que fue mi santa mdre, le echó spray anti-bichos y éste cayó al suelo ¡pam! mientras yo miraba desde la puerta, que ya esaba medio cerrada por si las moscas (o por si las cucarachas)
Ay si no fuera por las madres... espero que "baby cucaracha" viva bien sin su mami, ay a ver si ahora me voy a poner sentimental...
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