Después de salir bastante decepcionada de la unidad de cuidados intensivos, me tocaba la rotación por el centro de salud. Ya había estado en el mismo en 1º y 2º así que no esperaba demasiadas cosas nuevas y en cierta manera me gustaba esa sensación de conocer lo que iba a encontrarme.
Me asignaron un tutor nuevo, un enfermero que no conocía porque había llegado después de mis últimas prácticas allí. Agradecí el cambio de tutor, no es que no me gustara el que había tenido los dos años anteriores pero fue muy agradable. La diferencia fue bastante considerable. Por un lado, el tutor que tuve anteriormente tiene mucha experiencia, es de la época de los ATS, un poco chapado a la antigua aunque con amplio conocimiento de la profesión. El nuevo tutur ha sido una bocanada de aire nuevo y limpio, preocupado por sus pacientes y con ganas de avanzar en la profesión. Conocedor de los últimos avances y en continua formación. He aprendido mucho con él, sobretodo de curas, que lo necesitaba urgentemente. Tantos nuevos apósitos, pomadas... y cosas varias para las curas me mareaba bastante la cabeza. Ahora ya tengo un esquema más o menos básico.
Estuve dos semanas en la consulta con él y se me pasaron volando, toda una pena cuando tuve que cambiar. Ahora estoy haciendo domicilios para asistir a las personas inmovilizadas, que no se pueden desplazar al centro de salud. La enfermera con la que estoy ahora es encantadora, ha llegado hace muy poquito al centro así que el aprendizaje fue bidireccional.
Ahora me quedan sólamente cuatro días allí, porque el viernes es fiesta, y mi próximo servicio es urgencias, veremos... Ahora estoy tan agusto que pienso que nada puede ser mejor en cuanto a: horario, proximidad del centro, condiciones del trabajo, cercanía con el paciente... pero bueno, de todo hay que probar en las prácticas.
He estado también en un par de actividades de
educación para la salud. Estuve en un colegio con niños de 5 años por un lado y de 10 por otro hablando sobre
salud dental y ayer estuve en un instituto con gente de 3º ESO dando una clase sobre
sexualidad. Qué bien me lo pasé xD bueno, en realidad la clase la daba un enfermero del centro pero yo estaba allí de oyente y para lo que hiciera falta dentro de mis posibilidades. Lo mejor fue las caras de asco y las palabras de repugnancia que soltaron ante
fotografías de genitales con gonorrea, sífilis o herpes y las
preguntas "super pop" de los chavales en plan: ¿si me pongo un tampón pierdo la virginidad? ó ¿si me trago el semen me quedo embarazada? ó ¿si el sexo es anal me puedo quedar embarazada?
¡Estos niños de hoy en día! La
anécdota fue cuando el enfermero dijo que había que poner medios para evitar los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual y un chico todo chulito se sacó la cartera del bolsillo trasero del pantalón y sacó un
preservativo de ella. El enfermero no dejó escapar la
oportunidad y dijo "Qué bien, ha salido el claro ejemplo de donde
NO hay que llevar un preservativo". Los amigos del chico no tardaron en decir "pero profe, si lo lleva de
adorno!" jajaja no lo dudo. Qué
fantasma es la edad del pavo...
En fin, si ya conseguimos que alguno utilice métodos para evitar desenlaces desafortunados yo me doy por
satisfecha.