sábado, 3 de octubre de 2009

Los huesos de la princesa.

Llevo unos días informándome sobre los trastornos de la alimentación. Había oído hablar hace un tiempo que por la red hay sitios dónde de manera directa o indirecta se fomentan estos trastornos, en su día dio de qué hablar en los medios de comunicación. La verdad es que no pensé que fuera para tanto y creía que era un hecho más bien aislado. Quizás no quería verlo pero de aislado no tiene nada. Me he hartado de entrar a páginas web de chicas que relatan su propia experiencia sobre ser bulímicas o anoréxicas.

Según su trastorno alimentario se hacen llamar Ana (Anoréxia) o Mia (Bulimia) o, en general, princesas. No es muy difícil encontrar estos sitios y lo peor es que no cuentan una simple experiencia. Lo primero que vi ya me descolocó, fue una frase que rezaba algo así cómo: "La comida es cómo el arte, existe sólo para mirarla". Se apoyan mutuamente y se siguen unas a las otras. Se dan consejos para ser una Mia o una Ana y para que la gente que tienen alrededor no se de cuenta.

Se proponen metas cómo llegar a un peso por debajo del normal, algunas ni siquiera comen más de 500 Kcal en sus "días malos" y se alimentan a base de un par de zanahorias, cafés, agua y chicles sin azúcar en los "días buenos", sin alcanzar las 100 Kcal. Sus musas son famosas cómo Nicole Richie o Mary Kate Olsen, sueñan llegar a estar tan delgadas como ellas. Las adoran y se inspiran en dichas actrices.

Por lo general sufren de muy baja autoestima y no parece que piensen en su salud, se autocastigan los días que comen de más proponiéndose días de ayuno.
Hay usuarios que entran a estos blogs y escriben comentarios para hacerles ver que eso en lo que ellas creen no es bonito ni saludable pero rechazan la ayuda o las críticas.

Podría seguir escribiendo cantidad de barbaridades más pero mejor os invito a investigar por la red y a salvar a estas princesas de su encantamiento.


Lizzie Miller. Salud, belleza y realidad.

2 comentarios:

Berni dijo...

El problema de los transtornos de alimentación da miedo.
Existen muy pocas unidades específicas para tratar a chic@s que las sufren y ésta falta de apoyo hace que la enfermedad se convierta en un auténtico infierno, tanto para los padres y familiares de las que lo padecen, como para las propias pacientes.

rozman dijo...

En mi opinión...el transtorno de la alimentación por excelencia en este país y en general en el mundo desarrollado, es la obesidad. Es una enfermedad cara y evitable.

Este verano pasado en las playas se podían ver a niñ@s de menos de 10a con michelines...En concreto recuerdo un niño con celulitis comiéndose un buen bocata de fiambre huntado con lo q podría ser margarina..acompañado de una cola, mientras su madre, hecha una auténtica cerda observaba a su cochinillo con una mirada entre estúpida y cariñosa.. Tal vez suene radical...pero a este tipo de personas se les debería prohibir tener descendencia.