Hoy he ido a la sala de extracciones del centro de salud, y no a sacar sangre, sino a que me saquen. Siempre he sido muy miedosa a la hora de ponerme en el papel de paciente, y esta vez no iba a ser menos. Lo sé, soy una quejica, una miedosa, una hipocondríaca... sí, sí... soy así, y al contrario de lo que muchos puedan pensar, el ser enfermera no me libra de dicho sentimiento de invulnerabilidad y ansiedad. Es un pinchacito de nada, lo se, pero no puedo evitarlo! mi madre aun no lo entiende y dice por lo bajo "y tú eres enfermera..." xD pues sí.
Además creo que es una cualidad que te hace ser mejor enfermera, el saber como se siente una persona ante determinadas situaciones de estrés. Obviamente no voy a ir a que me hagan una broncoscopia o una punción lumbar para ver qué se siente y entender mejor a mis pacientes, peeeeeeero si se ha experimentado alguna vez un síntoma, te has sometido a alguna prueba diagnóstica molesta o algo así... entenderás mejor a las personas que están pasando por esos momentos y puedes demostrar empatía y confianza, con razón, de la buena.
Bueno, ya se que me he enrollado mucho por un pinchacito de nada que ni siquiera me ha dolido y además que ha realizado una enfermera que conozco (que por cierto es la enfermera de pediatría xD) pero aprovecho la oportunidad para extrapolar esta experiencia a otros casos y comentar lo dicho, que no hay que sobrevalorar la capacidad de afrontamiento de las personas ya que nosotros ante una misma situación también nos podemos sentir con ese mismo miedo y ansiedad.