miércoles, 28 de octubre de 2009

Caso Omiso

En una determinada unidad, la carga de trabajo óptima para una enfermera eran cuatro pacientes. Aumentando esa carga a seis pacientes aumentaban también un 14% las probabilidades de que esos pacientes murieran dentro de los 30 días siguientes a su admisión. Cuando la carga de trabajo era de ocho pacientes la mortalidad aumentaba un 31%.

Cuando los niveles de dotación de enfermeras eran más elevados se reducía el número de infecciones del tracto urinario, de neumonías, de sangrados gastrointestinales y de “shocks” en los pacientes médicos, y eran más reducidos los índices de "fracaso terapéutico " y de infecciones del tracto urinario en los pacientes de operaciones quirúrgicas importantes.

Se ha constatado que los bajos niveles de enfermeras y los ambientes organizativos deficientes han significado para las enfermeras riesgos mayores de lesiones por agujas.

En una unidad de cuidados intensivos cuando la ratio enfermera/paciente disminuye se produce una alta incidencia de úlceras por presión, caídas y errores de medicación.


A medida que la carga de trabajo aumenta y el número de enfermeras por paciente disminuye, los pacientes y los trabajadores se ven ante un riesgo mayor. Aún así, la tendencia actual es ahorrar costes reduciendo la contratación de enfermeras y renunciando a la calidad asistencial.


http://www.icn.ch/matters_rnptratiosp.htm

Aiken LH, Clarke SP, Sloane DM, Sochalski J, Silver JH. Hospital nurse staffing and patient mortality, nurse burnout and job issatisfaction. JAMA. 2002;28:1987-93.

Whitman GR, Kim Y, Davidson LJ, Wolf GA, Wang S. The impact of staffing on patient outcomes across speciality units. Journal of Nursing Administration. 2002;32:633-9.

martes, 20 de octubre de 2009

Así cosía, así, así...

Y ahí estoy yo, portagujas en mano haciendo
mis primeras suturas en una manita de cerdo.


He de decir que al entrar a la sala de simulación mis expectativas no eran nada buenas. Nunca había suturado, ni me habían enseñado en prácticas así que iba con ideas nulas de cómo hacerlo. Mi única - aunque bastante frecuentada - experiencia en el hospital y el centro de salud había sido la de retirar puntos y grapas.

Me siento en la silla delante de todo el material, lo miro y él me mira a mí, nos conocemos pero nunca han estado en mis manos para suturar. La profesora explica cómo hacer un punto suelto y pone un video. ¿Qué coñ* ha hecho para hacer el nudo? Esa es la primera pregunta que se me pasa por la cabeza. Vuelvo a mirar el material, me recojo el pelo, me pongo los guantes y allá que voy a sacar mi manita de cerdo.

Le hago una incisión al pobre cerdito, menos mal que ya ni siente ni padece, le pongo la anestesia local (suero fisiológico xD) y me las apaño para coger la aguja con el porta con una mano y las pinzas con la otra mano. La piel estaba más dura de lo que creia pero al fin la traspaso. Una vez tengo el punto pasado llega el momento del nudo… le pregunto a una amiga que ya lo tenía hecho y tras un par de explicaciones parece que la cosa va saliendo. La profesora le da el visto bueno. A partir de ese momento me he viciado a hacer puntos y más puntos, practicar y practicar. Hemos visto un par de tipos de suturas más para que el día que tengamos que hacer la primera no nos pille desprevenidos y chimpún.

¡¡Ya os podéis poner en mis manos!! xD

domingo, 18 de octubre de 2009

¡Sonríe!

Llegó la hora, como la mayoría de estudiantes en su último curso, de hacerse la foto para la orla. Vale, sí, es un recuerdo bonito y te acuerdas de tus compañeros de clase para toda la vida pero es que lo mío no es hacerme fotos, más concretamente de orla o de carné. El otro día, aprovechando un espacio entre clase y clase, fui a pedir cita al mostrador de la sala dónde hacen las fotos. Hay unos cuantos días específicos reservados para estudiantes de enfermería y tengo que elegir qué día ir.

El caso es que estando allí solamente para elegir el día ya me entraron los nervios y es que para ese tipo de fotos no soy nada fotogénica. No es que sea una modelo ni mucho menos en las fotos caseras pero vamos, que siempre está la opción de salir haciendo tontadas. En las fotos tipo orla NO. El hecho de posar delante de un desconocido que se esconde detrás de una cámara enorme no me tranquiliza, todo lo contrario, la sonrisa forzada gana a la naturalidad. Además, los paraguas, las telas y las luces cegadoras de la sala maldita no ayudan mucho.

Había gente haciendo cola para entrar a la sala maldita a hacerse la foto de marras ataviada con la toga negra, camisa blanca, corbata también negra y una banda de diferente color según la carrera universitaria. Vi las caras de las chicas pintarrajeadas como puertas y por lo que parecía, habían llegado directamente desde la peluquería. Lo que más me sorprendió es que cuando una chica salió de la sala maldita le dijo al señor del mostrador: “granos”, a lo que el hombre asintió. Lo apuntó en la factura de la chica y la guardó en un archivador. ¿Habrá llegado el photoshop al mundo de las orlas? No me extrañaría.

domingo, 11 de octubre de 2009

El quid de la cuestión.

Profesor: Bien, aquí tenemos un caso de diabetes desde la infancia, con mala circulación y una neuropatía diabética. Como verán, la paciente tiene úlceras esparcidas por todo el cuerpo y evidentes síntomas de gangrena. ¿Preguntas?

Alumno 1: ¿También osteomielitis?

Profesor: Aparentemente no, aunque no está descartada.

Alumno 2: ¿Tratamiento?

Profesor: Estabilizar el nivel de azúcar. Considerar los antibióticos y quizás la amputación.

Alumno 3: ¿Cómo se llama? (Silencio y miradas extrañadas) Sólo quería saber cómo se llama la paciente.

El Profesor mira la historia y responde: Marjorie.

Alumno 3: Hola, Marjorie.

Marjorie: Hola.

Profesor: Bien, gracias, prosigamos.

Patch Adams


Tratemos personas, no enfermedades. No podremos completar el puzzle si centramos nuestra atención solamente en unas cuantas piezas.

viernes, 9 de octubre de 2009

Otro modo de ver.


Desde el principio no me pareció correcto cómo los medios de comunicación manejaron el tema de la Gripe A. Todo siguió un curso que inevitablemente creó una alarma social: desde las imágenes de gente asustada con mascarillas en los aeropuertos, pasando por la noticia de cada una de las muertes producidas por este virus, hasta las famosas campañas de prevención que, todo sea dicho de paso, son prácticamente de sentido común.


Quiero dar una visión alternativa del tema para quien entre en el blog y le apetezca ver las cosas desde otro punto de vista. Siempre he pensado que para hablar sobre un tema hay que documentarse y basarse en hechos constatados.

Teresa Forcades es médica, teóloga y monja benedictina en el monasterio de Sant Benet. Completó su especialidad de Medicina Interna en EEUU y después obtuvo el doctorado en Salud Pública.

En este VIDEO, Forcades hace una reflexión sobre la historia de la Gripe A, aportando datos científicos y enumerando las irregularidades relacionadas con el tema. Explica las consecuencias de la declaración de PANDEMIA, las implicaciones políticas que de ello se derivan y hace una propuesta para mantener la calma así como un llamamiento urgente para activar los mecanismos legales y de participación ciudadana en relación a este tema.

No os dejéis llevar por las características amateur del video ni por su duración, merece la pena verlo. También está en soporte word y algo más resumido “UNA REFLEXIÓN Y UNA PROPUESTA EN RELACIÓN A LA NUEVA GRIPE” con sus correspondientes referencias bibliográficas, por si os apetece leer más que escuchar.

Creo que es importante divulgar este video ya no por las opiniones personales de Teresa Forcades, que pueden servirte o no, sino más bien por los datos que aporta, sobretodo en cuanto a la vacuna. Cada cual que saque sus propias conclusiones.

Lamentablemente todo esto no sale en los telediarios.

sábado, 3 de octubre de 2009

Los huesos de la princesa.

Llevo unos días informándome sobre los trastornos de la alimentación. Había oído hablar hace un tiempo que por la red hay sitios dónde de manera directa o indirecta se fomentan estos trastornos, en su día dio de qué hablar en los medios de comunicación. La verdad es que no pensé que fuera para tanto y creía que era un hecho más bien aislado. Quizás no quería verlo pero de aislado no tiene nada. Me he hartado de entrar a páginas web de chicas que relatan su propia experiencia sobre ser bulímicas o anoréxicas.

Según su trastorno alimentario se hacen llamar Ana (Anoréxia) o Mia (Bulimia) o, en general, princesas. No es muy difícil encontrar estos sitios y lo peor es que no cuentan una simple experiencia. Lo primero que vi ya me descolocó, fue una frase que rezaba algo así cómo: "La comida es cómo el arte, existe sólo para mirarla". Se apoyan mutuamente y se siguen unas a las otras. Se dan consejos para ser una Mia o una Ana y para que la gente que tienen alrededor no se de cuenta.

Se proponen metas cómo llegar a un peso por debajo del normal, algunas ni siquiera comen más de 500 Kcal en sus "días malos" y se alimentan a base de un par de zanahorias, cafés, agua y chicles sin azúcar en los "días buenos", sin alcanzar las 100 Kcal. Sus musas son famosas cómo Nicole Richie o Mary Kate Olsen, sueñan llegar a estar tan delgadas como ellas. Las adoran y se inspiran en dichas actrices.

Por lo general sufren de muy baja autoestima y no parece que piensen en su salud, se autocastigan los días que comen de más proponiéndose días de ayuno.
Hay usuarios que entran a estos blogs y escriben comentarios para hacerles ver que eso en lo que ellas creen no es bonito ni saludable pero rechazan la ayuda o las críticas.

Podría seguir escribiendo cantidad de barbaridades más pero mejor os invito a investigar por la red y a salvar a estas princesas de su encantamiento.


Lizzie Miller. Salud, belleza y realidad.